CD5 es un grupo de diferenciación que se encuentra en un subconjunto de células B secretoras de IgM denominadas células B-1, y también en células T. Las células B-1 tienen una diversidad limitada de su receptor de células B debido a su falta de la enzima desoxinucleotidil transferasa terminal (TdT) y son potencialmente autorreactivas. CD5 sirve para mitigar las señales activadoras del BCR, de modo que las células B-1 sólo pueden activarse por estímulos muy fuertes (como proteínas bacterianas) y no por proteínas de tejidos normales. CD5 es un buen marcador inmunohistoquímico de las células T. Alrededor del 76% de las neoplasias de células T expresan CD5, y también se encuentra en las células de la leucemia linfocítica crónica, la leucemia de células pilosas y el linfoma de células del manto. Suele perderse en el linfoma cutáneo de células T, y su ausencia puede utilizarse como indicador de malignidad en esta enfermedad. La ausencia de CD5 en la leucemia linfoblástica aguda de células T, aunque relativamente rara, se asocia a un mal pronóstico.