ERBB2 pertenece a la familia de los receptores tirosina quinasa, un subconjunto de proteínas receptoras que se unen al factor de crecimiento epidérmico (EGF). El ERBB2 no tiene un dominio de unión propiamente dicho, pero estabiliza las configuraciones de otras proteínas receptoras, lo que facilita la fijación del EGF. El ERBB2 participa en una larga lista de importantes cascadas de señalización, ya que el EGF es un factor mitogénico ubicuo que estimula el crecimiento celular en muchos tipos de tejidos. Los efectos oncogénicos del ERBB2 salieron a la luz por primera vez en 1987, cuando se descubrió que desempeñaba un papel importante en la metástasis del cáncer de mama. El gen sigue estando asociado principalmente al cáncer de mama (entre el 20 y el 30% de las pacientes con cáncer de mama tienen ERBB2 amplificado), pero ahora también se considera un oncogén importante en el cáncer de útero, gástrico, de páncreas, colorrectal y de endometrio, entre otros.