El hueso es un tejido dinámico, continuamente remodelado por las acciones coordinadas de los osteoclastos y osteoblastos. Los osteoblastos, las células que forman hueso, se derivan originalmente de células madre mesenquimatosas pluripotentes. Sintetizan y secretan una matriz extracelular orgánica, osteoide, que está compuesta principalmente de colágeno tipo I. El osteoide es calcificado por los osteoblastos y, durante este proceso, las células se alojan en los huecos del material calcificado y se convierten en osteocitos. Los osteoblastos expresan el receptor 1 activado por proteasas y el factor de crecimiento endotelial vascular. Los estudios muestran que el factor inhibidor de leucemia puede unirse a la superficie de las células osteoblásticas e inducir la formación ósea in vitro e in vivo. El equilibrio entre el reclutamiento, la proliferación, la diferenciación y la apoptosis de los osteoblastos en las suturas entre los huesos craneales es esencial para la formación del hueso calvario.